martes, 19 de abril de 2011

HOY COMIENZAN LOS ENCUENTROS EN LA BIBLIOTECA NACIONAL

Romina Falloni en Caro refugio, de A. Pytrell, Teatro del Nudo, 2004

Bien, el día ha llegado. Tenemos enfrente otro año de intenso trabajo.
Para aquellos que aún no confirmaron su presencia de este año, tienen tiempo hasta finalizar el mes. La experiencia del año pasado nos enseñó que no es muy conveniente que se incorporen a posteriori del segundo mes. Por lo tanto, cerramos la inscripción en mayo.
Aquellos que se enteran por primera vez de este curso-taller de Introducción a la escritura dramática para NEOTRAGEDIA que, a partir de este martes 19 de abril a las 16.00 desarrollaremos en la Biblioteca Nacional, pueden pedirnos la carpeta de información para que tengan un panorama más acertado de nuestros encuentros.
Nos esperan Esquilo, Sófocles, Eurípides; tenemos una cita con Shakespeare y los dramaturgos isabelinos; Goethe, Schiller y Von Kleist tienen algo para decirnos (aunque sus palabras suenen hoy entrecortadas). Y Aristóteles, Hölderlin, Kierkegaard, Nietzsche... Brook, Grotowski, Barba; Beckett, O'Neill, George Steiner... Sí, todos ellos, para orientarnos, ver cómo «lo trágico» surge, desaparece y resurge a través de la historia, aunque debemos recordar que nuestro gran trabajo es configurar bases firmes y desarrollar nuestra (neo)tragedia para la escena moderna. Ese es el desafío, esta la oportunidad.

Dejo una pregunta, que pretende ser disparadora, para que la respondan sin el recurso de la consulta académica: ¿qué personajes pueden ser «héroes trágicos» modernos, de la actualidad? La respuesta tiene que ser breve, sin nombres identificables: describir las características en —a lo sumo— siete líneas en las que se sinteticen la historia previa, la situación actual, el contexto urbano.
¡A escribir, dramaturgos! Ojalá podamos servirnos mutuamente.

Ariel Pytrell

lunes, 18 de abril de 2011

POESÍA VISUAL, LAS COSTAS DE LA NEOTRAGEDIA



Lo confieso: en La cuna vacía, entre otros actores, trabaja Lorena Pérez. La conocí hace mucho, hicimos juntos teatro. Cada tanto, la vida nos reúne y nos deleita con el futuro continuo. Pero ahora —ahora, que se retoma el hilo de la escena; ahora que están listas las luces y el maquillaje, fresco— quiero invitarlos a que la vean por su profundidad, por su horrorosa belleza, por su enigmática trascendencia.

Dicen sus mismos realizadores:

La cuna vacía habla de la ausencia, de la supresión como una de las formas más despiadadas del quiebre de un hogar o de una sociedad. Su estética narrativa se presenta en tres planos: el de una pareja que no cuenta con precisión temporal; el de las madres, que intentan universalizar el dolor y define a la mujer en su carácter más noble de búsqueda de la verdad. Y el tercero, el más simbólico, que intenta ser la justa síntesis del poder en sus máximas expresiones.

¿Qué habilita La cuna vacía desde ese escenario tan lleno de lo que no se habla? ¿Qué extraño vínculo con «la sombra de lo eliminado» verifica el desgarro? Es que está aclarado desde el principio: parece que van a decirnos una verdad.

Vayamos a verla. Descubrámosla. Comentémosla. Y, sobre todo, recordemos.
¿Cómo sigue esta historia?

LA CUNA VACÍA
de Omar Pacheco
Música: Rodolfo Mederos

Teatro La Otra Orilla
Gral. Urquiza 124, Cdad. Buenos Aires
Reservas al 011 4 957 5083 ó teatrolaotraorilla@hotmail.com
Sábados 21.00